Cada uno es un sujeto irrepetible que toma iniciativa. En las miradas se nota el intento de dominación de uno con respecto a otros, intentando reducirlos a objetos, en otras palabras imponiendo su subjetividad.
Por ejemplo cuando dos personas se miran fijamente, el primero que baja la mirada se ha dejado dominar por el otro, perdiendo su subjetividad, pasa de ser inicialmente sujeto a ser objeto, perdiendo su libertad y rebajando su dignidad.
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